Las lesiones que asolan a la plantilla del Barça no es el único problema que tienen los culés en el aspecto físico. A los hombres de Guardiola les cuesta llegar frescos a la segunda parte.
Todo lo contrario que el Real Madrid, que termina más entero los partidos. Los datos hablan solos. Con los resultados conseguidos hasta los descansos, el Barça sería líder de la Liga con seis puntos de ventaja.
Los culés bajan su rendimiento en los segundos 45 minutos. Tras el intermedio, han anotado nueve goles menos (25) que en las primeras partes (34) y han encajado dos más (7). Sin embargo, los blancos sólo han conseguido 28 goles en los primeros minutos pero han hecho 42 en el segundo acto, gracias a los cuales han resuelto partidos que se le habían complicado tras un inicio titubeante.
Excepto en Mestalla (donde perdía 2-1 y acabó empatando) y en el Bernabéu (donde empataba 1-1 y terminó ganando 1-3), el Barça no ha sido capaz de reaccionar en los segundos tiempos. Es más, dejó escapar dos puntos en Anoeta (de ir 0-2 acabó 2-2), otros dos en Cornellá (de 0-1 a 1-1) y uno en el Coliseum Alfonso Pérez (de 0-0 a 1-0). Además, no fue capaz de doblegar en los minutos finales al Sevilla (0-0) y al Villarreal (0-0), lo pasó mal para aguantar la ventaja de un gol tempranero ante el Sporting (0-1) y el Granada (-1) y casi pierde un punto en San Mamés (del 1-1 al 2-2). Contra el Betis, pasó de un 2-0 al descanso a un 2-2 que le hizo sufrir para quedarse con los tres puntos (4-2).
En las situaciones límite, el Real Madrid ha demostrado más capacidad física y mental para remontar. En lo que va de Liga, los blancos han recuperado 11 puntos que estaban perdidos al descanso. Doblegó con sus arreones al Getafe (del 1-1 al 4-2), al Betis (del 0-0 al 4-1), al Atlético (del 1-1 al 4-1), al Mallorca (del 1-0 al 1-2), al Athletic (del 1-1 al 4-1) y al Zaragoza (del 1-1 al 3-1). Sólo perdió puntos tras el descanso ante Levante (del 0-0 al 1-0) y Barça (del 1-1 al 1-3). Ante el Racing de Santander no pudo mover el 0-0 en los minutos finales.
Parece claro que Barça y Real Madrid gestionan de distinta forma los tiempos y los esfuerzos. Los culés suelen arrasar al principio para luego administrar su renta, mientras que los blancos deshacen tras el descanso los problemas que sufren al inicio gracias a su mayor despliegue físico y amplitud de plantilla. Sin la pelota, el Barça sufre más en el sprint final.
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