El gol que marcó Lambarri en descuento del partido de ida hizo que el equipo rojillo albergara esperanzas de dar una nueva campanada. Tenía la tarea de derrotar al Athletic en su estadio, y confiaban en ellos.
Los bilbainos comenzaron el partido con cierto agarrotamiento en las piernas, pero poco tardaron en olvidarse de los nervios y desplegar su juego habitual.. En concreto fueron once minutos, hasta que Muniani abrió el marcador con uno de sus goles de pillo.
El tanto rojiblanco fue un golpe durisimo a la moral del Mirandés. Sin tiempo para reponerse, los de Cosuo encajaron el segundo tres minutos despues. Solo ocho minutos mas tarde,en el 22, fue Aurtenetxe el que puso el marcador a 3-0 con un gran remate de cabeza. Se terminó el sueño del Mirandes, aunque no el partido.
Una gran ovacion de San Mamés acompañó al gol, casi tan grande como las que brindó a Fernando Llorente por sus dos goles. El resultado final fue 6-2 pero ya no importaba. La mayor ovación se la guardó La Catedral para el final del partido, cuando se despidió a su equipo y le agradecio que les vuelva a llevar a una final.
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